La hidrología isotópica nace como una herramienta para resolver inquietudes del ciclo hidrológico, utilizando isótopos estables y radioactivos. Un isótopo es un átomo de un mismo elemento que en su núcleo tiene igual número de protones y diferente número de neutrones.

 

La hidrología isotópica: una posibilidad para ampliar el conocimiento de los acuíferos en el país y aportar a su protección

 

 

La hidrología isotópica nace como una herramienta para resolver inquietudes del ciclo hidrológico, utilizando isótopos estables y radioactivos. Un isótopo es un átomo de un mismo elemento que en su núcleo tiene igual número de protones y diferente número de neutrones.

 

Los isótopos pueden ser estables o radioactivos. Los primeros no cambian con el tiempo, por tal motivo son unos excelentes trazadores para rastrear los movimientos del agua a lo largo del ciclo hidrológico. Por el contrario, los isótopos radioactivos si cambian con el tiempo. Estos elementos se encuentran dentro los componentes del agua en todos los compartimentos del ciclo hidrológico, desde la precipitación, agua superficial y aguas subterráneas, como puede observarse en la siguiente figura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los isótopos estables son utilizados para identificar las trayectorias de flujo del agua subterránea, determinar zonas de recarga, tránsito y descarga de acuíferos, evaluar conexión entre aguas subterráneas-aguas superficiales (ríos, quebradas, humedales, lagunas, océano), mezcla de aguas, intrusión marina, entre otros. Los isótopos radioactivos son empleados para determinar la edad del agua subterránea.

 

El oxígeno 18 (18O) y deuterio (2H) son los isótopos estables más utilizados en los estudios hidrológicos e hidrogeológicos, mientras que para determinar la edad del agua subterránea suelen emplearse isótopos radioactivos como el tritio (3H), carbono 14 (14C), cloruro 36 (36Cl), así como otros trazadores como los gases clorofluorocarbonados (CFC’s), relación tritio-helio (3H/He) entre otros. Bajo todas estas posibilidades, se puede entender entonces, la potencialidad que tienen este tipo de técnicas para conocer adecuadamente los acuíferos en nuestro país y generar estrategias para su uso sostenible y protección. Por ejemplo, cuando a nivel de país se piense en la protección de las zonas de recarga de los acuíferos, el primer paso será identificar esas zonas; y en esa identificación los isótopos estables y radioactivos, junto con la hidrogeoquímica son útiles.

 

Estos términos se volvieron muy frecuentes en las autoridades ambientales y en el sector empresarial, dado que, entre otros:

 

  • La mayoría de los términos de referencia de los estudios de impacto ambiental exigen el monitoreo e interpretación de los isótopos estables y radioactivos como requisito para proceder a la solicitud de licenciamiento ambiental y posteriormente, los exigen en sus planes de monitoreo ambiental.
  • Las autoridades ambientales deben monitorear estos parámetros con el fin de generar insumos para fortalecer el conocimiento de las aguas superficiales y subterráneas en la región.
  • Permiten identificar fuentes de contaminación en los acuíferos y aguas superficiales.
  • Son marcadores ideales para identificar el origen de filtraciones en proyectos de obras como son los túneles, embalses, minas entre otros.

 

Su uso en Colombia data aproximadamente de los años noventa. Sin embargo, aún se puede decir que el país debe fortalecer este tema en los estudios hidrológicos e hidrogeológicos, tanto en su utilización, como en la formación de profesionales especialistas que apliquen estas técnicas.

 

 

 

 

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